Ingredientes:
Sardinas, aceite, vinagre, pimentón, ajos, laurel, (otras hierbas optativas: tomillo, orégano, etc.) y sal.
Instrucciones:
Limpiar las sardinas, freírlas (sin harinar) y colocarlas en una fuente de barro o ensaladera. Con el mismo aceite freír varios ajos sin pelar, una hoja de laurel (y otras hierbas) y, poco antes de retirarlo del fuego, añadir el pimentón. Si queda poco aceite añadir algo más y mezclarle el vinagre. Calentar y escaldar las sardinas vertiéndoles encima el líquido.
Conviene que las sardinas queden bien bañadas por la salsa. Dejar reposar durante varias horas antes de consumirlas. Puede conservarse en el frigorífico durante unos ocho días. Muchas personas prefieren comerlas frías.
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